Recuerdo

Ayer, después de revisar los blogs, responder correos y simplemente disfrutar algunas cosas, me dieron ganas de comer cereal, justo mi hermano menor me comentó que habían comprado con sabor a fresa.

En la noche, baje las escaleras tratando de no crear más bulla de la que siempre se crea en una mono-amanecida, busqué la bolsa de cereal y saqué en un pirex un poco, pensé mezclaro; sin embargo, mi mente me llevó a un lugar, al cual no iba hace mucho tiempo, a mi niñez.

Cuando era niña, solía venir a visitar a mi abuela a Lima, comenzaban las lluvias en Cuzco y en un abrir y cerrar los ojos, entraba en un ambiente veraniego, colorido y extremadamente inexplorable, eso pasó hasta los ocho años que me mude aquí. Lima se convirtió ahí en mi carcel, un lugar al que no aprendí a querer hasta ahce unos poco años.

En esos años, Lima tenía el encanto de algo totalmente moderno, me acuerdo que encontré unas cosillas que veía en la tele, quisé comprar, pedí que lo hiciera; sin embargo, no me hicieron caso... unos días después, encontré en la casa una caja de cereal, la foto era de los Power Rangers, el sabor era de fresa.

Eventualmente, Lima dejó de sorprenderme, de encantarme; recuerdo Cuzco. Lo extraño, lo quiero, pero soy consciente que no puedo vivir ahí. Ahora Lima tiene parte de mi vida.