domingo, 5 de octubre de 2008

La reforma y mis mujeres

La reforma agraria se ejecutó sobre todo en la costa y en la sierra del país,
las dos regiones con mayor población rural y mayores áreas de uso agropecuario.
Entre junio de 1969 y junio de 1979 se expropiaron 15.826 fundos y más de
9 millones de hectáreas (Fernando Eguren, CEPES)

Ayer, tres generaciones de mujeres se sentaron a tomar lonche a las ocho y cuarenta de la noche. Entre chistes, bromas, la historia de las mujeres en el Perú y risas, mi abuela recordó la Reforma Agraria. Mi madre, también la recordó.

Hoy quiero tratar de escribir todo lo que mi abuela me contó ayer por segunda vez en mi vida. La razón por la que mi mamá, cusqueña, vive en Lima es por la Reforma. Ella tenía 12 años cuando:

Pasé de ser niña rica a niña pobre
Esas fueron sus palabras, creo que en el fondo no se siente mal, la que lloró en ese momento fue mi abuela. Ella me contó que dos años antes de que la reforma se diera, ella y mi abuelo decidieron comprar una hacienda, para esto se endeudaron hasta la cabeza.

La reforma llegó, le quitaron todo, el 17% que le debían de dar nunca llegó, la deuda seguía sumando intereses, simplemente, ya no había nada en Cuzco, la familia de mi mamá se mudó a Lima, a Huarochiri (si es que me acuerdo bien) sin luz, agua, desagüe (quién sabe si es que casi 40 años después eso cambio) . Trataron de criar pollos, pero se murieron, entre tanto mi abuela (para algunos Sra. Chepita) iba a vender los pollos ( los que sobrevivían) al mercado de Magdalena, también vendía todo lo que mis tíos les mandaban de Cuzco (chocolates, queso, etc.).

Mi abuela me sigue contando, fue a Cusco a tratar de recuperar el 17 %, cuando llegó se enteró que querían matar a Caminada; ella dice que nunca los trató mal, que siempre llevaba todo lo que los campesinos pedían (ropa, azúcar, etc) y que también les daba una parte del ganado (probablemente me criticaran por eso, definitivamente era pre - capitalista) y por esto no entendía la razón por la que querían matar a mi abuelo. Llegó a su ex-hacienda y no encontró nada de lo que habían llevado para vivir.

Dormí en el suelo de la cocina, al lado del fogón, lloraba y les decía que Diosito los va a castigar. Los campesinos me escucharon, al día siguiente fallecieron dos personas por el cólera, creyeron que yo era una de las personas a las que no se les debe hacer llorar y que Dios sí los había castigado.
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Ese día más tarde, alguno de los campesinos le dio parte de su ganado (según mi abuela) no era el 17%, ella no lo arreó unos tíos llegaron para poder llevarse el ganado. Josefina regresando a Chumbivilcas, se encontró con el agitador (el que incitó a a que maten a mi abuelo) , él quería que la encarcelen cuando ella soltó en palabras toda la furia y frustración que tenía. Salió libre, llegó a Chumbivilcas y durmió en la Plaza, hasta que llegaron mis tíos con un poco del ganado.

Esa fue la historia de mi abuela y mi madre, yo no creo que la Reforma Agraria en teoría sea mala, al contrario, la apoyo.

Tengo bronca, sí, porque era un cambio que tenía que mejorar el Perú; sin embargo, de nada sirve si es que no se tiene un plan de capacitación para la administración de las tierras, mucho menos para crear un mercado interno donde los precios sean regulados por el mismo mercado. Si es que se hubiese dado bien la Reforma, probablemente nos hubiésemos convertido en un mercado perfecto; con un crecimiento interno importante, para luego la exportación, crecimiento en el mercado internacional.

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